El Fracaso en las Organizaciones

LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS QUE ORIGINAN EL FRACASO EN LAS ORGANIZACIONES 

En el boletín de enero de la American Management Association, Stephen Balzac,presidente de Ahead, firma de consultoría especializada en  análisis y resolución de problemas empresariales y autor de numerosos libros de management, plantea que la guerra., la peste, el hambre o la muerte no son los cuatro jinetes del apocalipsis que acechan y destruyen a las organizaciones. Los que realmente lo hacen no son tan melodramáticos, son menos llamativos y más mundanos pero no por ellos menos peligrosos.

Fueron inicialmente identificados por el psicólogo John Gottman y pueden aparecer siempre que las personas trabajan juntas. Son los siguientes: 

1.- LAS CRÍTICAS SUBJETIVAS. Cuando una crítica es personal  en lugar de objetiva ataca a la persona no a la idea. Mina la confianza y provoca ira. La respuesta natural a sentirse atacado es devolver el ataque. Las luchas internas destruyen la cohesión de los equipo y conducen a la destrucción de las organizaciones. Debemos mantenernos alerta y desconfiar de la persona que considera todo como un ataque personal: por ejemplo si decimos: “No estoy seguro de que esto vaya a funcionar”, nos encontraríamos con la siguiente respuesta: “¿Estás cuestionando mi competencia?” La transformación de una crítica objetiva a una personal evita que surja el diálogo, el análisis y la resolución de problemas eficaz. Como en los casos de juegos de dominancia puede resultar bastante gratificante para el individuo, pero altamente destructivo para el equipo. 

2.- EL DESDÉN.  El desprecio o el menosprecio destruyen la confianza y la cooperación. En cuanto un miembro  del equipo trata a otro como si fuese un inútil y no aportase ningún valor al expresar sus ideas promueve el que el equipo se cierre a las ideas de los demás ya que queda claro que en él las aportaciones no son bienvenidas. Cuando esto ocurre el equipo paulatinamente reduce los recursos que tiene a su disposición para resolver problemas y alcanzar sus metas. Una vez que el hábito del desprecio se ha instalado es muy difícil romperlo. 

3.- LAS ACTITUDES DEFENSIVAS. Cuando las personas sienten que tienen que estar defendiéndose constantemente no ofrecen soluciones a los problemas, ya que pueden ser señalados y culpados de cualquier fracaso que se produzca. Ocasionan que se originen errores sobre otros anteriores. Loa problemas reales actuales son olvidados o ignorados. Junto a las críticas personales se retroalimentan y destruyen cualquier tipo de comunicación constructiva. 

4.- EL ALEJAMIENTO. Trabajar en casa es una cosa pero sentirse ajeno es otra cosa. Cuando los profesionales no trabajan juntos terminan  mostrando, con frecuencia, que no les importa el equipo y cuando esto ocurre al final suelen trabajar exclusivamente por la remuneración económica. Esta situación que Lofti El-Ghandouri llama  “el despido interior” se presenta  cuando nuestra actitud hacia el equipo y la organización  comienza a desmejorar y terminamos en una especie de indiferencia ante  todo cuanto nos rodea, perdemos el ideal del compromiso, nos volvemos personas pasivas y solamente deseamos que llegue la hora exacta de abandonar el trabajo. 

El diálogo, el debate, el cuestionamiento de las ideas son aspectos importantes en la vida de un equipo. Los mejores equipos son aquellos que saben cómo luchar bien, pero si los 4 jinetes se incorporan a la vida de éstos los argumentos se convierten en personales, el debate se torna interminable y el cuestionamiento se vuelve ineficaz o inexistente.

 

 

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