LA MALDITA VERGÜENZA Y SUS EXCUSAS

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LA MALDITA VERGÜENZA Y SUS EXCUSAS
Esta es la historia de Marco, un chico tímido, vergonzoso, al mismo tiempo que atento, cuidadoso y hasta ciertamente atractivo cabe destacar.
Marco estaba preocupado sobre todo por un problema que tenía con las mujeres, para el resto de cosas, su timidez no era un impedimento, se las había ingeniado para suplir sus "defectos" con estrategias para equilibrar la balanza, pero este tema podía con el.
Se había ido repitiendo la misma historia una y mil veces, desde su adolescencia al instituto, tomando algo en un bar, en la universidad o en el trabajo.
Siempre que encontraba a una chica que le llamaba la atención, la miraba cuidadosamente, la analizaba de arriba abajo sin perder detalle;
Esa sonrisa, esas curvas que no le dejaban indiferente.
Al principio se decía a si mismo: -"Venga hoy si, ve a decirle algo, atrévete..."
Después de ese primer impulso, cuando tocaba pasar a la acción, empezaban a aparecer otras ideas, las dudas o los pensamientos que mejor le venían para evadirse:
-"Bueno, tampoco es tan guapa"
-"Seguro que tiene novio"
-"Vendrá con las amigas y no querrá que la molesten"
-"Y si me dice que no, como la miro a la cara el próximo día en la oficina"
Si en algún momento se atrevía a dar ese paso, normalmente se bloqueaba y soltaba alguna tontería que no era propio de él, agravando esa sensación, y así iba desaprovechando una y otra vez las "oportunidades".
Algunas veces sabiendo su problema e intentando ayudar a Marco para que se lanzará, sus amigos le habían preguntado a algunas de esas chicas que hubiese pasado si Marco les hubiese propuesto de ir a tomar algo; quizás para Marco sería menos traumático si le hubiesen dicho que no, pero por el contrario prácticamente todas coincidían en que a un chico tan atractivo y atento no se le podía decir que no, lamentablemente en la mayoría de casos alguien ya se le había adelantado, el tiempo no para por nadie.
De ahí que Marco pronunciase varias veces durante su vida: -"Maldita vergüenza"
Podríamos decir que de la frase "que harías si no tuvieses miedo" a Marco se le podría añadir "que harías si no tuvieses vergüenza".
Hace ya algún tiempo, Marco decidió enfrentarse a esa vergüenza, a día de hoy ya ha conseguido grandes logros, por suerte, si te enfrentas a la vergüenza, tal vez consigas que ese gran monstruo que era para Marco, se haga un poco menos terrible.
 

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